viernes, 5 de diciembre de 2008
Aristófanes refirió a tres sexos de las personas, lo masculino, lo femenino y lo andrógino (este tercero extinto). El tercer sexo conspiró contra los dioses, y como Zeus no deseó exterminar este linaje, pensó dividir el cuerpo de los andróginos a la mitad. Fue Apolo, con sus saberes médicos, quien se encargó de sanar y restaurar los cuerpos cortados. El amor aspira salvar esta división, de los unos a los otros en los hombres y restaurado de la antigua naturaleza. Cada uno es símbolo de los hombres y al haber quedado seccionado cada uno busca su propio símbolo. Cuando los hombres son sección de los andróginos son aficionados a las mujeres, cuando las mujeres son sección del andrógino son aficionadas a los hombres. Cuando las mujeres son sección de mujer buscan a las mujeres, los hombres sección de hombre buscan a los varones, “mientras son jóvenes, al ser rodajas de varón, aman a los hombres y se alegran de acostarse y abrazarse; éstos son los mejores de entre los jóvenes y adolescentes, ya que son los más viriles por naturaleza. Algunos dicen que son unos desvergonzados, pero se equivocan. Pues no hacen esto por desvergüenza, sino por audacia, hombría y masculinidad, abrazando lo que es similar a ellos. Y una gran prueba de esto es que, llegados al término de su formación, los de tal naturaleza son los únicos que resultan valientes en los asuntos políticos. Y cuando son ya unos hombres, aman a los mancebos y no prestan por atención por inclinación natural a los casamientos ni a la procreación de hijos, sino que son obligados por la ley, pues les basta vivir solteros todo el tiempo en mutua compañía” (Platón: pp. 142-143).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Ey! Hedwig and the Angry Inch by Cameron Mitchell tiene una version en clip punk de este mito, buenísima. Excelente blog. Bye.
Publicar un comentario