viernes, 8 de marzo de 2013


Cultura Guasu



Por Syd Krochmalny

El crítico y pensador Ticio Escobar, ministro de cultura del Paraguay hasta el golpe a Fernando Lugo, repasa el paradigma de ciudadanía cultural que impulsó su gestión, con principios como la diversidad y la sustentabilidad entre otros que sostienen a las necesidades culturales como derechos humanos. El autor de La belleza de
los otros piensa además la resistencia del presente. 


El crítico y pensador Ticio Escobar, ministro de cultura del Paraguay hasta el golpe a Fernando Lugo, – el presidente depuesto en junio de 2012 por un golpe parlamentario –, repasa el paradigma de ciudadanía cultural que impulsó su gestión, con principios como la diversidad y la sustentabilidad entre otros que sostienen a las necesidades culturales como derechos humanos y explica en esta entrevista cómo fue el modelo de su gestión que, entre otras cuestiones, tomó a la cultura como un derecho humano.. El autor de La belleza de los otros piensa además la resistencia del presente.
Syd Krochmalny: ¿En qué cambió el campo cultural para-guayo tras la gestión de Lugo?
Ticio Escobar: Cambió en lo relativo al planteamiento de un modelo diferente de cultura y, por ende, de institucionalidad cultural y gestión de políticas culturales. De entrada se optó por una modalidad participativa: ajustadas al sistema legal correspondiente, las políticas centrales de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) partieron de ideas, demandas y criterios elaborados por los Foros Nacionales de Cultura, que reunían diversos sectores procedentes de todo el país.
Las políticas culturales de la SNC renovaron el paradigma tradicional de cultura, circunscripto a la cautela del patrimonio cultural y el apoyo de la creación artística. Sin desconocer estos polos fundamentales del desarrollo cultural, y aun enfatizando el papel de ambos en sus programas, la SNC ha implementado un modelo de cultura basado en el impulso de la figura de ciudadanía cultural. Este modelo se basa en el compromiso de la cultura con el conjunto social y en la introducción de un enfoque de derechos humanos, componentes que suponen, a su vez:
1. La creación de instancias vinculadas con la protección de los derechos fundamentales (instancias de promoción nacional de los derechos humanos).
2. La defensa e impulso de los derechos culturales, considerados como derechos humanos.
3. La adopción de la perspectiva de diversidad: el reconocimiento y la afirmación de diferentes memorias, lenguas, etnias, religiones y sistemas expresivos y conceptuales. En esta dirección, la promoción del idioma guaraní, así como el apoyo a las demás lenguas indígenas y a los lenguajes diferentes (ciegos, sordomudos), han resultado prioritarios.
4. El principio de sustentabilidad, fundamentado en la relación con el medioambiente y en la figura de la transversalidad de lo cultural, que cruza distintos ámbitos estatales: educación, salud, mujer, niñez, obras públicas, etc.
SK: ¿Cómo se inscriben las políticas culturales de su gobierno en “Pro Tempore del Mercosur”, la Secretaría de la Organización de los Estados Iberoamericanos y en el Unasur?
TE: En este momento el Paraguay se encuentra suspendido del Mercosur y del Unasur; no ejerce, pues, la presidencia Pro Tempore de ninguno de los dos organismos. El golpe de Estado parlamentario, que en junio de este año (2012) derrocó el gobierno legítimo de Fernando Lugo y quebró el orden institucional en el Paraguay, provocó la justa reacción de los gobiernos de la Región, que no reconocen el gobierno usurpador de Federico Franco. Con la OEI se mantienen vínculos formales.
Desgraciadamente, el golpe ha interrumpido un proceso de discusión y gestión conjunta relativo a políticas culturales regionales. El 14 de abril del año en curso (2012), en el contexto del Encuentro Río + 20, los ministros de Cultura del Mercosur y de Unasur mantuvimos una posición conjunta expresada en una solicitud a ser planteada a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable. Planteábamos entonces que la cultura pasase a constituir el cuarto eje del concepto de “sustentabilidad” (los otros son sociedad, medioambiente y economía). La propuesta no prosperó pero terminó manifestando un modelo compartido de cultura, ajustado en la siguiente reunión de ministros mantenida poco después en Buenos Aires. De esta manera, se constató que durante los últimos años las reuniones de “Altas autoridades de la Cultura” dejaban de ser puramente formales y que servían de ocasión para discutir contenidos relativos a los modelos de cultura a ser aplicados, así como para uniformar políticas y compartir actividades concretas. Se había construido un espíritu común entre los países de América del Sur, lo que permitía generar una sinergia regional muy rica. Bueno, espero que la plataforma de coincidencias continúe y siga consolidándose; lamentablemente, el Paraguay por ahora ha quedado afuera (y no como resultado de una medida de exclusión, sino de un golpe que amenaza la democracia regional y debe ser sancionado.
SK: Por razones históricas y culturales, el tráfico de bienes culturales en el Mercosur impacta negativamente en la balanza comercial de Paraguay. ¿Qué medidas se han pensando desde su gobierno para revertir esta situación y qué resultados obtuvo?
TE: En verdad, el tráfico ilegal de bienes culturales (no así el relativo a otros ámbitos) no tiene una incidencia significativa en la balanza comercial del Paraguay. Los rubros más relevantes se refieren al arte sacro (tallas jesuíticas, ranciscanas y populares; muebles y platería); restos fósiles en general, en especial madera petrificada y restos arqueológicos: armas y objetos de la Guerra contra la Triple Alianza (1865-1870) y cerámica indígena (especialmente urnas funerarias guaraníes). Pero en la última década, este tráfico decayó bastante, ya sea por la existencia de mejores dispositivos de control (a nivel nacional e internacional), ya por la merma de los objetos más demandados.
En cuanto a las acciones tomadas por la Secretaría Nacional de Cultura en este campo, las más relevantes son:
1. La promoción del cumplimiento de la normativa vigente en la materia, tanto en el sector privado como en el estatal. Esta meta debe encarar dos problemas serios: la falta de presupuesto, que se ha ido subsanando con los años, y el hecho de que las propias instituciones del Estado, a partir de una larga tradición, no cumplen adecuadamente la normativa referente al Patrimonio Cultural.
2. El establecimiento de una política de incentivos y sanciones más severas en la protección de Bienes Culturales.
3. La Asistencia y capacitación en la materia, dirigidas a las municipalidades del interior y las iglesias.
4. El fortalecimiento institucional de la Comisión Nacional de Combate al Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, liderado por la SNC. A título de ejemplo, recientemente esta comisión ha logrado el decomiso de 13 toneladas de madera petrificada con destino a Italia y la investigación del robo de 120 piezas de arte sacro, recuperadas en un 80%.
5. La creación del Departamento de Normativa de Patrimonio Cultural, la Dirección de Registro del Patrimonio Cultural y la Dirección de Catalogación del Patrimonio Cultural, cuyas funciones principales se refieren al Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, tanto dentro como fuera del país, así como la confección del inventario y el registro legal de los bienes.
6. La inclusión del tema Patrimonio Cultural en los programas de educación formal.
7. La inclusión de la materia en la Facultad de Derecho y en los programas de capacitación de la Fiscalía y Poder Judicial.
A nivel regional, se introdujo en la agenda del Mercosur Cultural el tema del Tráfico Ilícito de Bienes Culturales. En la Pro Tempore de Paraguay 2011, se incluyó en el informe la discusión de tal tema con la participación de diversos especialistas.
SK: ¿Qué acciones tomaron para revertir el papel que tiene Paraguay en el mercado del arte latinoamericano respecto a países limítrofes como Brasil o Argentina?
TE: Sometido a diversos procesos de subdependencia regional, el arte paraguayo ‒salvo el caso de nombres muy significativos suyos‒ se encuentra históricamente postergado en el escenario de América del Sur y termina orientado más bien a un mercado interno. Los circuitos mercantiles de Brasil y Argentina (como galerías y ferias de arte) son demasiado fuertes y competitivos como para que el arte producido en Paraguay pueda ocupar un puesto destacado, más aún si no existen aún políticas públicas encargadas de compensar esas asimetrías.
De todos modos, la SNC apoyó la participación de artistas y/o organizaciones en determinados eventos, especialmente en las bienales brasileras (Puerto Alegre, San Pablo y Curitiba), más abiertas a la participación paritaria latinoamericana.
En cuanto a la circulación de las obras de arte en el ámbito del Mercosur, este tema nunca ha logrado resolverse adecuadamente: hay demasiados problemas formales relativos al régimen de aduanas y a la incompatibilidad de legislaciones internacionales. El Sello Mercosur, un objetivo de años, no ha logrado implementarse debido a los sistemas de control aduanero de Paraguay y Brasil, que no ceden en sus restricciones.
SK: ¿Cómo se avanzó en la aplicación de la Ley de Lenguas, que reivindica el idioma guaraní?
TE:
 La Ley de Lenguas fue promulgada recién el 29 de diciembre de 2010; a partir de entonces, se crearon la Secretaría Nacional de Lenguas y la Academia de la Lengua Guaraní y comenzaron a adoptarse, a nivel de despachos de Estado, instrumentos para implementar de modo sistemático el uso de la lengua, según lo establecido por ley.
A nivel social, dicha ley despertó una nueva valoración del uso el guaraní, tradicionalmente marginado, aunque empleado por la mayoría (80%) como lengua cotidiana (fenómeno de diglosia que traduce una fuerte asimetría social).
SK: ¿Qué medida se implementó para desarrollar el mercado editorial y el hábito de lectura?
TE:
 Las medidas más destacables no se refieren tanto al mercado editorial ‒aunque lo contemplen‒, sino al apoyo de la creación literaria y ensayística, la edición bibliografica y la lectura dirigida a la ciudadanía en general.
1. La asistencia técnica otorgada a bibliotecas escolares, comunitarias y públicas mediante cursos de capacitación orientados a promotores de lectura y bibliotecarios.
2. La creación de una línea editorial en la SNC, que ha publicado obras emblemáticas de la cultura.
3. La institución del Fondo de Cultura que otorgaba subvenciones a proyectos de edición. La coordinación con Fondec (Fondo Nacional de Cultura) para la publicación articulada de textos de la sociedad civil.
4. La dotación de colecciones a bibliotecas públicas del país.
5. La creación de programas de apoyo a la participación de escritores, críticos y editores en ferias de libros, nacionales e internacionales.
6. La realización de seminarios y concursos de ensayo y literatura en guaraní.
7. El trabajo con el sector de escritores y libreros dirigido a la actualización de la Ley del Libro y la promoción de la lectura.
8. La promoción de giras de escritores paraguayos por diferentes ciudades del interior.
SK: ¿De qué manera el rol de Paraguay como país de tránsito y de tráfico, como país de comercio informal, puede resignificarse en el campo cultural?
TE:
 El comercio de la falsificación, obviamente ilegal, de bienes culturales, en especial el relativo a la música y el cine, tiene una plataforma fuerte en la zona de la Triple Frontera (Paraguay, Brasil, Argentina), desde donde se distribuyen nacional e internacionalmente los productos. Existe una sofisticada y muy efectiva industria de reproducción de cedés.
En principio sería pensable la posibilidad de aprovechar la calificación de la mano de obra, así como la eficacia de los circuitos de distribución, para reorientarla a la producción legal de artículos, pero, de hecho, esa alternativa es casi imposible,
pues supondría la capacidad de acceder a circuitos clandestinos y delictivos, y en ningún caso dejaría las ganancias que otorga la fabricación ilegal. Supongo que en términos de “rol país”, esa posibilidad es nula.
SK: ¿Cómo repercutió en Ud. el haber pasado de la lógica del campo del arte y el campo académico al campo del poder?
TE:
 Ya había ejercido el cargo de Director de Cultura de Asunción durante el gobierno municipal de Carlos Filizzola (1991-1996). Es claro que hay una diferencia de escala importante entre aquellas funciones y las de un ministerio, pero el cargo municipal me sirvió de experiencia fundamental. En 1996 gané un concurso público para redactar la Ley Nacional de Cultura, que hoy rige la gestión pública en el ámbito cultural; ese hecho también me ayudó bastante.
Por otra parte, tal como mi trabajo como curador (retomado hoy) me permitió aplicar conceptos que venía trabajando acerca del arte, así mi cargo de ministro de cultura me permitió llevar a terreno un pensamiento sobre políticas culturales, desarrollado durante décadas.
Por último, el cargo de ministro se inscribió en el trayecto de un viejo compromiso con la construcción de la democracia en el Paraguay, compartido con muchos conciudadanos. La
lucha contra la dictadura de Stroessner y la apuesta por la institucionalidad pública durante la llamada Transición a la Democracia complementaron mi trabajo como crítico, que
siempre tuvo un componente político.