viernes, 16 de mayo de 2014

La Castidad en Arte BA Galería Nora Fisch


“La castidad”, de Roberto Jacoby y Syd Krochmalny, explora el amor platónico en un ambiente propicio para la sexualización de las relaciones, pero en el cual todas las comunicaciones están mediadas. El público puede conversar con los autores/actores, pero a través de la computadora, la cual se convierte en el túnel que conecta a la realidad con un mundo imaginado y romántico. El tema, a veces explícito, a veces dado por las circunstancias, es la castidad. Aparece como un contrapunto a lo que Jacoby describe como “una hipersexualización que domina la mayoría de las creencias y acciones humanas” y que no deja lugar al amor platónico, el “modelo filosófico fundante del pensamiento occidental”. Por Luis Camnitzer y Patricia Hakim.

Chastity by Syd Krochmalny and Roberto Jacoby
La Castidad (Chastity) is a video installation that can only be viewed by two person at the same time. According to the artista Syd Krochmalny and Roberto Jacoby, their video installation is "a fictional version of a realistic micro-political experiment that covers our entire life”. We explore a basic social bond different from sexual partnership and other than common friendship". They research on the "technologies of Friendship" has taken as its object of study the distance between generations, and between two men, like Philia and Eros, Socrates and Alcibiades, Gilgamesh and Enkiddu, David and Jonathan, Sancho Panza and Don Quixote, Bouvard and Pécuchet, Gargantua and Pantagruel, Sherlock Holmes and Doctor Watson, Komar and Melamid, Deleuze and Guattari and, of course, Laurel and Hardy. In these exemplary friendships, sexuality was an undertone that was a perhaps never consumed,. La Castidad has to be experienced in an intimate way, between only two persons, like " a conversation by two for two or like a loop binding art to life. Roberto Jacoby and Syd Krochmalny.
Luis Camnitzer
La Castidad, 2007
La video instalación “La castidad” es la versión ficcional de un experimento micropolítico real que abarca nuestra entera vida. Exploramos un lazo social básico distinto de la pareja sexual y diferente de la amistad común.
En agosto de 2006 iniciamos una práctica relacional infrecuente: por el lapso de un año pusimos todos nuestros recursos en común para convivir, formarnos, colaborar artísticamente y establecer reciprocidad y asistencia en variados aspectos, dentro de un marco de castidad.

Por lo general, el arte relacional actúa sobre grupos extensos y suele ser de compromiso breve y parcial. Con frecuencia las obras de tendencia política refieren a un Otro al que se intenta persuadir o modificar.
Nosotros nos proponemos como los sujetos y objetos del experimento. Para transformar al mundo transformamos nuestras propias vidas. Nuestra fórmula podría denominarse “comunismo molecular”, pues tiene como horizonte la comunidad de bienes y aptitudes pero también la fraternidad y la igualdad, así como cierta dilución de la división del trabajo (“cazadores por la mañana, pescadores al mediodía, pastores por la tarde y críticos literarios después de cenar” según la hipérbole de Marx).
Excelsos pares nos inspiraron: Sócrates y Alcibíades, Gilgamesh y Enkiddu, David y Jonathan, Sancho Panza y Don Quijote, Bouvard y Pecuchet, Gargantúa y Pantagruel, Sherlock Holmes y el Dr. Watson, Komar y Melamid, Deleuze y Guattari y, claro, Laurel y Hardy. En estas amistades ejemplares, la sexualidad fue un trasfondo que tal vez nunca se consumó. Muy por el contrario, hoy prima la convicción universal de que en el ejercicio de la sexualidad reside el secreto de la liberación humana. Foucault previno contra esta creencia hace treinta años. El pacto vincular que asumimos impugna este lugar común. Pero no el afecto, no el cuidado, no la caricia.
Esta investigación de las tecnologías de la amistad propone ahora operar sobre distancias, entre Filia y Eros, entre generaciones (cuarenta años nos separan), entre ser y representación, entre un hombre y otro hombre, entre vida virtual (digamos, second life) y vida corpórea.
Pero, más allá de estos postulados teóricos, aspiramos a que “La castidad” sea vivida íntimamente, como una conversación de a dos para dos. Como un bucle entre arte y vida.
Syd Krochmalny y Roberto Jacoby
shows:
Fundación Telefónica Bs As at 2007
MAC Niteroi 2007
Americas Society NY, 2007
Barocruz SP, 2008
Pinacota SP, 2008
Museo Centro de Arte Reina Sofía, 2011
Credits:
Authors: Syd Krochmalny y Roberto Jacoby
Cast: Nahuel Pérez Biscayart and Harry Avilio
Image: Daniel Rosenfeld
Camara: MArtín Romanella
Original Music: Gerardo Gandini
Edited: Mónica Gómez
Produced: Kiwi Sainz, FundaciónTelefónica and Fundación Start

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